En un recipiente cierna por 3 ocasiones el almidón con el polvo de hornear, forme un volcán y en el centro ponga la yema de huevo.
Añada un poco de leche y amase con las manos.
Incorpore la leche necesaria para obtener una masa suave.
Forme pequeñas bolitas, dispóngalas separadas en una lata engrasada y llévelas al horno precalentado a temperatura alta 220 °C (400 °F) hasta que empiecen a dorarse.
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